domingo, 21 de julio de 2019

RECUERDOS VIVOS EN MADRID DEL DUQUE DE RIÁNSARES: LA DEHESA "LA MUÑOZA" DE LA LOCALIDAD DE BARAJAS.

Toros descendiendo al río en La Muñoza, de Jenaro Lucas Villaamil (1862), del Museo de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando
También la localidad de Barajas (Madrid) recuerda la historia del matrimonio Muñoz-Borbón en un bonito palacete y en un nombre topográfico.

En esta localidad existe una finca denominada “La Muñoza”, ubicada entre el río Jarama y el actual Aeropuerto de Madrid (Adolfo Suárez) y la zona industrial del mismo nombre. Esta finca fue una dehesa dedicada a la ganadería brava, en concreto a servicio de la 'Vacada Real' (sin peyorativos, por lo que veremos más adelante).

Propiedad del rey Fernando VII, pasó en herencia a Isabel, siendo adquirida luego por la Duquesa de Castro Enríquez, que ya se había quedado con la "vacada real", pasando luego a manos de diversos ganaderos, como José Salvador García de la Lama. Finalmente, en 1971, gran parte de La Muñoza fue adquirida por Iberia, donde construyó diversos hangares y talleres para el mantenimiento de sus aviones.

De la existencia de "La Muñoza" hay constancia medieval (ya el fuero de Madrid cita el caserío de "Juan Muñoz", de donde seguramente derivaría el que se conociera la finca como La Muñoza).

El "Diccionario geográfico universal, dedicado a la Reina Nuestra Señora" (Tomo I. Barcelona, imprenta de José Torner, 1831, pág. 686) menciona este lugar en la entrada correspondiente a Barajas selando su carácter de dehessa: "A distancia de 1/2 leg. hacia el E. fluye el río Jarama el cual fertiliza con sus aguas varios sotos, y entre ellos el de la Muñoza, donde pastan los toros que han de lidiarse en la plaza de Madrid", que eran trasladados dirigidos a caballo por la cañada real, que concluía con la actual calle de Alcalá (por lo que siempre su ubicaron las plazas de Madrid entorno a esta via).

Mas, lo cierto es que nunca llegó a acoplarse el nombre de esta finca mejor a un suceso histórico como el de la familia Borbón-Muñoz. ¿Casualidades de la vida?.

Veamos. Conocido el matrimonio de la reina Gobernadora y el que luego sería Duque de Riánsares, al uno se le empezó a llamar burlonamente, a escondidas claro, Fernando VIII (pues el nombre del duque era Agustín Fernando) y a la otra "la Muñoza" (pues el apellido de su nuevo esposo era Muñoz). Aunque no todos lo hicieron a escondidas: la propia hermana de la reina, Joaquina Carlota de Borbón-Dos Sicilias, la llamaba despectivamente así, la "Muñoza" (así que ¿por qué no hacerlo sus súbditos?), como recoge Fernando González-Doria.
[González-Doria, Fernando. Las Reinas de España. Barcelona, Bitácora, 1989].

De esta manera nunca mejor pudo venir a propósito decir que "La Muñoza", finca perteneciente a la "Muñoza", tuvo en su palacete toda una "vacada real":

"Clamaban los liberales
que la reina no paría,
y ha parido más Muñoces
que liberales había"
.

El palacete de la finca, visitable, es de estilo neoclásico, y como hemos dicho llegó a ser residencia del matrimonio a su vuelta del exilio francés en 1844, una vez reconocido su matrimonio por las Cortes. El edificio actualmente se asienta un complejo restaurador dedicado a todo tipo de eventos (bodas, fiestas, etc...), denominado "Finca La Muñoza", que en su decoración intenta conservar la presencia de los ilustres esposos a través de múltiples cuadros y litografías de los mismos, como puede ver en este vídeo promocional:




No hay comentarios:

Publicar un comentario